Heredera de herederos, Andrea Fabra pasó a primera línea política gracias a un sonoro “¡que se jodan!” pronunciado en 2012 desde su banco en el Congreso. Senadora por designación autonómica y luego diputada, según varios medios de comunicación llegaba a la política desde un empleo en Telefónica, pero su registro de actividades en el Senado no es público (sólo se mantienen los de los senadores en activo) y no podemos confirmar esa etapa de su curriculum.

Hija de Carlos Fabra, es además esposa de Juan José Güemes, exconsejero de Empleo y Sanidad de la Comunidad de Madrid durante los gobiernos de Esperanza Aguirre. Además, el yerno de Fabra fue secretario general de Turismo en el ministerio de Economía que dirigió Rato.

Güemes se dedica ahora a la empresa privada. Además de ser administrador mancomunado de Orvault Investment, una sociedad limitada destinada al “comercio al mayor, menor, importación, exportación y fabricación de todo tipo de artículos de regalo, artículos electrónicos y eléctricos” junto a, entre otros, un marqués, es dueño de una consultoría llamada Colomera Ventures.

Pero su participación empresarial más destacada fue como consejero, hasta abril de 2014, de Unilabs (United Laboratories España, S.A.). Esta empresa realiza los análisis clínicos en varios hospitales de Madrid que él mismo se encargó de privatizar. La línea cronológica arranca el 16 de octubre de 2008, con Güemes como consejero de Sanidad, cuando la Comunidad de Madrid adjudicó a una UTE (Unión Temporal de Empresas) formada por Balaqué y Ribera Salud los análisis clínicos de seis hospitales madrileños por unos 124 millones. En 2012, ya alejado de la política, Güemes pasó a formar parte del consejos asesor de Unilabs y, meses después, la compañía compró buena parte de la UTE y pasó a encargarse, junto a Ribera Salud, del servicio de análisis clínicos.

El desastre Pocoyó

En paralelo, Juan José Güemes ha sido consejero de Zinka Entertaintment, la empresa de animación creadora de Pocoyó. El 11 de octubre de 2013 renunció al cargo. Sólo unos días después, la empresa presentó concurso de acreedores, pese a haber recibido varias subvenciones públicas (algunas sólo unos meses antes):

  • El 18 de enero de 2013, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo le concedió una ayuda de más de 2,4 millones de euros dentro del programa ‘Acción estratégica de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información’.
  • El 7 de noviembre de 2012, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte aprobó una subvención para la compañía de 60.000 euros, destinados a “incrementar la oferta legal de contenidos en Internet”.
  • El 24 de agosto de 2010, el entonces denominado Ministerio de Cultura (bajo gobierno socialista), les dió 46.469 euros dentro de su plan de obras audiovisuales que utilizaran nuevas tecnologías.
  • Poco antes, el 23 de junio de 2010, ya habían recibido una ayuda del mismo ministerio, destinada a la modernización de las industrias culturales, de 50.000 euros.

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